viernes, 28 de octubre de 2011

GUSTAV KLIMT


Klimt nació en Baumgarten, cerca de Viena, el segundo de siete hijos.[] Klimt vivió en una relativa pobreza la mayor parte de su infancia, en tanto que como familia de inmigrantes, el trabajo escaseaba tanto como las oportunidades de promoción social. Fue por tanto sólo gracias a su talento que en 1876, con catorce años, recibió una beca para estudiar en la Kunstgewerbeschule, la Escuela de Artes y Oficios de Viena, donde se formaría hasta 1883 como pintor y decorador de interiores[]. Sus maestros fueron Michael Rieser, Ludwing Minnigerode y Karl Hrachowina. Klimt admiraba y reverenciaba al entonces pintor de moda, Hans Makart, y se sometió gustoso a los dictados de una educación artística clasicista. Es por ello que su obra temprana puede considerarse académica. []Klimt comenzó su carrera individual como pintor de interiores en grandes edificios públicos de la Ringstraße, desarrollando ya algunos temas alegóricos que posteriormente se convertirían en un rasgo distintivo de su obra.
En 1888, Klimt recibió la Orden de Oro al Mérito de manos del Emperador Francisco José I de Austria por su trabajo en los murales del Burgtheater de Viena. []Fue nombrado miembro honorario de las universidades de Múnich y Viena, y para cuando en 1892 su padre y su hermano Ernst murieron, Klimt estaba en condiciones de soportar la carga económica de sus parientes. La tragedia familiar pesó también en su expresión artística, y marcó el inicio de la definición de su estilo personal. A principios de la década de 1890, Klimt conoció también a Emilie Flöge, quien aparentemente soportó las constantes aventuras amorosas del artista y se convertiría en su compañera hasta el final de su vida. El componente sexual de esta relación ha sido objeto de cierta discusión, aunque está documentado que Klimt tuvo al menos catorce niños durante esta relación. Desde 1890 había empezado a poder estudiar cuadros impresionistas, neoimpresionistas, puntillistas y simbolistas en varias exposiciones vienesas.
La obra de Klimt se ha identificado con la suntuosa decoración basada en dorados y elementos ornamentales de vivos colores, aunque también con formas fálicas encubiertas que indican el carácter de los dibujos en que se inspiraban. En la primera versión de Judith, por ejemplo, aunque también en El beso y, sobre todo, en la Dánae de 1907 aparecen elementos abstractos de un carácter sexual inconfundible. Siendo la mujer uno de los temas más recurrentes de Klimt, resulta lógico que el artista representase muchas de las facetas del carácter femenino, aunque sentía especial predilección por un tipo de mujer agresiva y dominante que podría identificarse con el modelo icónico de la femme fatale. Los historiadores del arte coinciden en señalar el carácter ecléctico de su estilo pictórico; y se han apuntado, entre otras, referencias al arte del antiguo Egipto, a la cultura Micénica, a la Grecia clásica y al arte bizantino. Hombre de formación clásica, Klimt no sentía sin embargo reparo en manifestar su entusiasmo por el arte de artistas medievales -como Durero- o exóticos -como los artistas de la escuela Rinpa japonesa. Sus obras de madurez se caracterizan por un rechazo de sus inicios naturalistas, siendo así que se ha señalado el progresivo desarrollo de motivos simbólicos o abstractos que enfatizaban la libertad de espíritu que impregnó todas las vanguardias artísticas de principios del siglo XX.

FUENTES: es.wikipedia.org/wiki.

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